El polémico empresario de Internet Kim Dotcom ha iniciado un llamamiento final para detener su extradición de Nueva Zelanda a Estados Unidos por cargos relacionados con los derechos de autor.
El FBI afirma que el sitio Megaupload del Sr. Dotcom ganó millones de dólares al facilitar el intercambio ilegal de archivos.
Sin embargo, sus abogados dijeron el lunes a la Corte Suprema de Nueva Zelanda que nunca fue concebida para fomentar las violaciones de los derechos de autor.
El Sr. Dotcom, que niega los cargos, podría ser condenado a una larga pena de cárcel en los Estados Unidos si es extraditado y declarado culpable.
Mathias Ortmann, Bram van der Kolk y Finn Batatom – todos ex ejecutivos de Megaupload – están acusados de los mismos cargos, que incluyen conspiración para cometer crimen organizado, violación de derechos de autor, lavado de dinero y fraude electrónico.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha estado tratando de extraditar a los hombres desde 2012, y en 2015 un tribunal de distrito de Nueva Zelanda dijo que permitiría el traslado.
Desde entonces, los acusados han presentado apelaciones infructuosas ante el Tribunal Superior y el Tribunal de Apelación, lo que ha dado lugar a un impulso final esta semana ante el Tribunal Supremo.
Infracciones intencionadas
El Sr. Dotcom fundó Megaupload en 2005 y ganó millones de dólares con la publicidad y las suscripciones premium en el sitio.
En su apogeo fue el 13º sitio web más popular de Internet, representando el 4% de todo el tráfico en línea en todo el mundo.
Pero en 2012, el FBI acusó a los propietarios del sitio, alegando que habían violado a sabiendas los derechos de autor a gran escala al albergar archivos de música, películas y software creados ilegalmente.
Esto, dijeron, había costado a los productores de cine y música unos 500 millones de dólares en pérdidas.
El Sr. Dotcom -nacido en Alemania pero residente en Nueva Zelanda- fue detenido posteriormente durante una dramática redada armada en su mansión de Auckland, junto con su coacusado.
Los hombres han argumentado que el sitio, que se cerró en 2012, fue diseñado sólo como un casillero digital para que los usuarios pudieran almacenar y compartir archivos de gran tamaño, algo que el Sr. Dotcom reiteró en una entrada de Twitter el domingo.
Los abogados de los acusados también sostienen que sus acciones no constituyen delitos penales en Nueva Zelandia y que, por lo tanto, no son delitos extraditables.
Si la Corte Suprema de Nueva Zelanda confirma la orden de extradición, la decisión final sobre la suerte de los hombres será tomada por el Ministro de Justicia del país, Andrew Little.