El gobierno italiano dice que se prohibirá a los grandes cruceros entrar en el centro histórico de Venecia.
A partir de septiembre, los buques de más de 1.000 toneladas se desviarán de determinadas vías navegables.
La mudanza es consecuencia de un accidente ocurrido en junio, en el que un barco chocó contra un muelle, hiriendo a cinco personas.
Pero los conservacionistas dicen que los planes del gobierno son insuficientes para prevenir la erosión submarina y la contaminación en la ciudad lagunar.
A partir del próximo mes, algunos buques se verán obligados a atracar en las terminales de Fusina y Lombardía, lejos del centro de la ciudad, informó el Financial Times. Para finales de 2020, un tercio de todos los buques serán desviados.
Los críticos han dicho durante mucho tiempo que las olas creadas por los cruceros en el canal erosionan los cimientos de la ciudad, que regularmente sufre de inundaciones. Otros también se han quejado de que desmerecen la belleza de los lugares históricos de Venecia y atraen a demasiados turistas.
Pero el accidente de junio, en el que la Ópera del MSC -un barco de 275 metros de eslora- chocó con un muelle y una pequeña embarcación turística en el canal de Giudecca de la ciudad, impulsó a los manifestantes a pedir una prohibición definitiva.
La Giudecca, que pasa cerca de la popular Plaza de San Marcos, es una de las principales vías fluviales de Venecia.
En 2013, el gobierno prohibió la entrada de barcos de más de 96.000 toneladas en el canal central de Giudecca, pero la legislación fue revocada posteriormente.
En 2017, se anunció que los barcos más grandes se desviarían del centro histórico, pero se esperaba que los planes tardaran cuatro años en entrar en vigor.